LA 2 VENIDA DE JESUCRISTO, EL FIN DE LOS TIEMPOS
por
Nicasio

Hacemos una recopilación de textos bíblicos que citan la venida de Jesús, os aconsejamos una lectura detenida de los mismos, pues muchas cosas de ellos ya han pasado y están pasando. Los textos del antiguo testamento contiene el termino JEHOVÁ, nombre que se le da a Dios en el antiguo testamento, otras biblias modernas utilizan el termino Yave,. Sea cual fuere el termino correcto el uso de Jehová en este articulo no tiene ninguna relación con los testigos de Jehová los cuales utilizan dicho nombre de tal manera que las personas que no han leído el antiguo testamento cuando oyen Jehová rápidamente relacionan esto con dicha secta. ESTE ARTICULO NO TIENE NADA QUE VEZ CON ESTE GRUPO PSEUDOCRISTIANO,.   Quedando claro esto, pasamos a presentar todos los pasajes tanto del antiguo testamento como del nuevo relacionados con la segunda venida de Jesús y el fin de los tiempos.,

Hay muchos mas textos, solo hemos puesto unos cuantos de todos ellos. tanto del antiguo como del nuevo.

La primera venida de Jesús también estaba profetizada, los judíos se agarraron mas a la segunda venida, tanto los cristianos como los Judíos siguen esperando al Mesías, para los cristianos el Mesías ya es conocido con el nombre de Jesús, pues se cumplió en la segunda venida, en ISAÍAS 53 tenemos un resume de su venida y misión, la de ser el Mesías sufriente, dicho capitulo ha dejado en duda a muchos judíos, muchos de ellos llegaron a la conclusión que dicho texto se refería a ellos mismos. pero la lectura del mismo muestra que no, Jesús vino la primera vez para llevar nuestros pecados sobre si, pero la segunda venida será con gran poder y Gloria, .... esta segunda venida era la mas atractiva para los judíos los cuales esperaban la liberación ,  cuando llego Jesús se encontraron con un Mesías manso, humilde, y que venia a liberarle de otro yugo mucho peor, el del pecado, pero no le comprendieron y le rechazaron dandole muerte en la cruz.
 
 

53

1 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio

y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?

2 Subirá cual renuevo delante de él,

como raíz de tierra seca.

No hay hermosura en él, ni esplendor;

lo veremos, mas sin atractivo alguno para que lo apreciemos.

3 Despreciado y desechado entre los hombres,

varón de dolores, experimentado en sufrimiento;

y como que escondimos de él el rostro,

fue menospreciado y no lo estimamos.

4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades

y sufrió nuestros dolores,

¡pero nosotros lo tuvimos por azotado,

como herido y afligido por Dios!

5 Mas él fue herido por nuestras rebeliones,

molido por nuestros pecados.

Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo,

y por sus llagas fuimos nosotros curados.

6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,

cada cual se apartó por su camino;

mas Jehová cargó en él

el pecado de todos nosotros.

7 Angustiado él, y afligido,

no abrió su boca;

como un cordero fue llevado al matadero;

como una oveja delante de sus trasquiladores,

enmudeció, no abrió su boca.

8 Por medio de violencia y de juicio fue quitado;

y su generación, ¿quién la contará?

Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes,

y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

9 Se dispuso con los impíos su sepultura,

mas con los ricos fue en su muerte.

Aunque nunca hizo maldad

ni hubo engaño en su boca,

10 Jehová quiso quebrantarlo,

sujetándolo a padecimiento.

Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado,

verá descendencia, vivirá por largos días

y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

11 Verá el fruto de la aflicción de su alma

y quedará satisfecho;

por su conocimiento justificará

mi siervo justo a muchos,

y llevará sobre sí las iniquidades de ellos.

12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes,

y con los poderosos repartirá el botín;

por cuanto derramó su vida hasta la muerte,

y fue contado con los pecadores,

habiendo él llevado el pecado de muchos

y orado por los transgresores.

Ahora pasamos a presentar aquellos pasajes que narran  la 2 venida

Pasajes del antiguo testamento

Daniel 12
 
 

1»En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo.

»Será tiempo de angustia,

cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces;

pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo,

todos los que se hallen inscritos en el libro.

2 Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra

serán despertados: unos para vida eterna,

otros para vergüenza y confusión perpetua.

3 Los entendidos resplandecerán

como el resplandor del firmamento;

y los que enseñan la justicia a la multitud,

como las estrellas, a perpetua eternidad.

4»"Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia aumentará".
 
 

5»Yo, Daniel, miré y vi a otros dos que estaban en pie, uno a este lado del río y el otro al otro lado. 6Y dijo uno al varón vestido de lino que estaba sobre las aguas del río: "¿Cuándo será el fin de estas maravillas?". 7Oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su mano derecha y su mano izquierda al cielo y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas se cumplirán.
 
 

8»Yo oí, pero no entendí. Dije entonces: "Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?". 9Él respondió: "Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. 10Muchos serán limpios, emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá; pero los entendidos comprenderán. 11Desde el tiempo en que sea quitado el sacrificio continuo hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días. 12Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. 13En cuanto a ti, tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días"».

Joel 2

1 »Tocad la trompeta en Sión

y dad la alarma en mi santo monte.

Tiemblen todos cuantos moran en la tierra,

porque viene el día de Jehová,

porque está cercano:

2 día de tinieblas y de oscuridad,

día de nube y de sombra.

2. NUEVO ANUNCIO DEL "DÍA DE JEHOVÁ" (2.2b-11)
»Como sobre los montes se extiende el alba,

así vendrá un pueblo grande y fuerte;

semejante a él no lo hubo jamás,

ni después de él lo habrá

en los años de muchas generaciones.

3 »Delante de él consumirá el fuego;

detrás de él abrasará la llama.

Como el huerto del Edén

será la tierra delante de él,

y detrás de él

como desierto asolado;

nadie habrá que de él escape.

4 Su aspecto, como aspecto de caballos,

y como gente de a caballo correrán.

5 Como estruendo de carros saltarán

sobre las cumbres de los montes;

como sonido de llama de fuego

que consume hojarascas,

como pueblo fuerte dispuesto para la batalla.

6 Delante de él temerán los pueblos;

se pondrán pálidos todos los semblantes.

7 Como valientes correrán,

como hombres de guerra escalarán el muro;

cada cual marchará por su camino

y no torcerá su rumbo.

8 Nadie empujará a su compañero,

cada uno irá por su carrera;

y aun cayendo sobre la espada no se herirán.

9 Irán por la ciudad,

correrán por el muro,

subirán por las casas,

entrarán por las ventanas

a manera de ladrones.

10 »Delante de él temblará la tierra

y se estremecerán los cielos;

el sol y la luna se oscurecerán,

y las estrellas perderán su resplandor.

11 Y Jehová dará su orden

delante de su ejército,

porque muy grande es su campamento

y fuerte es el que ejecuta su orden;

porque grande es el día de Jehová

y muy terrible.

¿Quién podrá soportarlo?
 
 
 
 

Mateo 24-25

Jesús tiene que volver , este hecho formaba parte de la enseñanza de la iglesia primitiva, donde el centro de todo era Cristo, y la esperanza de su segunda venida, ..
 
 

1Jesús salió del Templo y, cuando ya se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del Templo. 2Respondiendo él, les dijo:

-¿Veis todo esto? De cierto os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada.
 
 

Señales antes del fin

(Mc 13.3-23; Lc 21.7-24)

3Estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo:

-Dinos, ¿cuándo serán estas cosas y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo?
 
 

4Respondiendo Jesús, les dijo:

-Mirad que nadie os engañe, 5porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: "Yo soy el Cristo", y a muchos engañarán. 6Oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin. 7Se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares. 8Pero todo esto es solo principio de dolores.
 
 

9»Entonces os entregarán a tribulación, os matarán y seréis odiados por todos por causa de mi nombre. 10Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se odiarán. 11Muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos; 12y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 13Pero el que persevere hasta el fin, este será salvo. 14Y será predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.
 
 

15»Por tanto, cuando veáis en el Lugar santo la abominación desoladora de la que habló el profeta Daniel-el que lee, entienda-, 16entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. 17El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; 18y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. 19Pero ¡ay de las que estén encinta y de las que críen en aquellos días! 20Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado, 21porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. 22Y si aquellos días no fueran acortados, nadie sería salvo; pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
 
 

23»Entonces, si alguno os dice: "Mirad, aquí está el Cristo", o "Mirad, allí está", no lo creáis, 24porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos. 25Ya os lo he dicho antes. 26Así que, si os dicen: "Mirad, está en el desierto", no salgáis; o "Mirad, está en los aposentos", no lo creáis, 27porque igual que el relámpago sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre. 28Dondequiera que esté el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.
 
 

La venida del Hijo del hombre

(Mc 13.24-37; Lc 17.26-30, 34-36; 21.25-35)

29»Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán conmovidas. 30Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y todas las tribus de la tierra harán lamentación cuando vean al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 31Enviará sus ángeles con gran voz de trompeta y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
 
 

32»De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 33Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 34De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 35El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
 
 

36»Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre. 37Pero como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre, 38pues como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del hombre. 40Entonces estarán dos en el campo: uno será tomado y el otro será dejado. 41Dos mujeres estarán moliendo en un molino: una será tomada y la otra será dejada.
 
 

42»Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. 43Pero sabed esto, que si el padre de familia supiera a qué hora el ladrón habría de venir, velaría y no lo dejaría entrar en su casa. 44Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis.
 
 

La fidelidad en el servicio

(Lc 12.41-48)

45»¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? 46Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, lo halle haciendo así. 47De cierto os digo que sobre todos sus bienes lo pondrá. 48Pero si aquel siervo malo dice en su corazón: "Mi señor tarda en venir", 49y comienza a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, 50vendrá el señor de aquel siervo en día que este no espera, y a la hora que no sabe, 51y lo castigará duramente y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.
 
 

Parábola de las diez vírgenes

25
 
 

1»Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. 2Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. 3Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; 4pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. 5Como el novio tardaba, cabecearon todas y se durmieron. 6Y a la medianoche se oyó un clamor: "¡Aquí viene el novio, salid a recibirlo!" 7Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. 8Y las insensatas dijeron a las prudentes: "Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan". 9Pero las prudentes respondieron diciendo: "Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden y comprad para vosotras mismas". 10Pero mientras ellas iban a comprar, llegó el novio; y las que estaban preparadas entraron con él a la boda, y se cerró la puerta. 11Después llegaron también las otras vírgenes, diciendo: "¡Señor, señor, ábrenos!". 12Pero él, respondiendo, dijo: "De cierto os digo que no os conozco". 13Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.
 
 

Parábola de los talentos

14»El reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 15A uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. 16El que recibió cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. 17Asimismo el que recibió dos, ganó también otros dos. 18Pero el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
 
 

19»Después de mucho tiempo regresó el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. 20Se acercó el que había recibido cinco talentos y trajo otros cinco talentos, diciendo: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos". 21Su señor le dijo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor". 22Se acercó también el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos". 23Su señor le dijo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor". 24Pero acercándose también el que había recibido un talento, dijo: "Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; 25por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo". 26Respondiendo su señor, le dijo: "Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí. 27Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 28Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos, 29porque al que tiene, le será dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 30Y al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes".
 
 

El juicio de las naciones

31»Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32y serán reunidas delante de él todas las naciones; entonces apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. 34Entonces el Rey dirá a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo, 35porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; 36estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y fuisteis a verme". 37Entonces los justos le responderán diciendo: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? 38¿Y cuándo te vimos forastero y te recogimos, o desnudo y te vestimos? 39¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?". 40Respondiendo el Rey, les dirá: "De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis".
 
 

41»Entonces dirá también a los de la izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, 42porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis". 44Entonces también ellos le responderán diciendo: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te servimos?". 45Entonces les responderá diciendo: "De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis". 46Irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna.

OTROS PASAJES DEL NUEVO TESTAMENTO.
 
 
 
 

14
 
 

1»No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis. 4Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
 
 

5Le dijo Tomás:

-Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?
 
 

6Jesús le dijo:

-Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. 7Si me conocierais, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.
 
 

8Felipe le dijo:

-Señor, muéstranos el Padre y nos basta.
 
 

9Jesús le dijo:

-¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: "Muéstranos el Padre"? 10¿No crees que yo soy en el Padre y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre, que vive en mí, él hace las obras. 11Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
 
 

12»De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si algo pedís en mi nombre, yo lo haré.
 
 

La promesa del Espíritu Santo

15»Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros.
 
 

18»No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros. 19Todavía un poco, y el mundo no me verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. 20En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. 21El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.
 
 

22Le dijo Judas (no el Iscariote):

-Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros y no al mundo?
 
 

23Respondió Jesús y le dijo:

-El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada con él. 24El que no me ama no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
 
 

25»Os he dicho estas cosas estando con vosotros. 26Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.
 
 

27»La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. 28Habéis oído que yo os he dicho: "Voy, y vuelvo a vosotros". Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre, porque el Padre mayor es que yo. 29Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que, cuando suceda, creáis. 30No hablaré ya mucho con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo y él nada tiene en mí. 31Pero para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago.

»¡Levantaos, vámonos de aquí!

En el libro de Hechos, cuando  Jesús se iba a marchar despues de su resurreccion.
 
 
 
 
 
 

La ascensión

6Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo:

-Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
 
 

7Les dijo:

-No os toca a vosotros saber los tiempos o las ocasiones que el Padre puso en su sola potestad; 8pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.
 
 

9Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y lo recibió una nube que lo ocultó de sus ojos. 10Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11los cuales les dijeron:

-Galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como lo habéis visto ir al cielo.

En la carta de Pablo a los Tesalonicenses.
 
 
 
 

La venida del Señor

13Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
 
 

15Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
 
 

5
 
 

1Acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba, 2porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche. 3Cuando digan: «Paz y seguridad», entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.
 
 

4Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 5Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. 6Por tanto, no durmamos como los demás, sino vigilemos y seamos sobrios, 7pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. 8Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de la fe y del amor, y con la esperanza de salvación como casco. 9Dios no nos ha puesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 10quien murió por nosotros para que ya sea que vigilemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. 11Por lo cual, animaos unos a otros y edificaos unos a otros, así como lo estáis haciendo.

de la segunda carta a los Tesalonicenses
 
 

Manifestación del hombre de pecado

2
 
 

1Con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, 2que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu ni por palabra ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. 3¡Nadie os engañe de ninguna manera!, pues no vendrá sin que antes venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto, que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
 
 

5¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros os decía esto? 6Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. 7Ya está en acción el misterio de la iniquidad; solo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 8Y entonces se manifestará aquel impío, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca y destruirá con el resplandor de su venida. 9El advenimiento de este impío, que es obra de Satanás, irá acompañado de hechos poderosos, señales y falsos milagros, 10y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira, 12a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
 
 

Escogidos para salvación

13Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. 14Para esto él os llamó por medio de nuestro evangelio: para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
 
 

15Así que, hermanos, estad firmes y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra o por carta nuestra. 16Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, 17conforte vuestros corazones y os confirme en toda buena palabra y obra.

1 de timoteo otra carta de Pablo
 
 
 
 

Predicción de la apostasía

4
 
 

1Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, 2de hipócritas y mentirosos, cuya conciencia está cauterizada. 3Estos prohibirán casarse y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participaran de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad, 4porque todo lo que Dios creó es bueno y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias, 5ya que por la palabra de Dios y por la oración es santificado.
 
 

Un buen ministro de Jesucristo

6Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. 7Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad, 8porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente y de la venidera. 9Palabra fiel es esta y digna de ser recibida por todos: 10que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.
 
 

11Esto manda y enseña. 12Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 13Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. 14No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 15Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.

2 timoteo, indica el caracter de los hombres en los ultimos tiempos.,
 
 
 
 

Carácter de los hombres en los postreros días

3
 
 

1También debes saber que en los últimos días vendrán tiempos peligrosos. 2Habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanidosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3sin afecto natural, implacables, calumniadores, sin templanza, crueles, enemigos de lo bueno, 4traidores, impetuosos, engreídos, amadores de los deleites más que de Dios, 5que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella. A esos, evítalos.
 
 

6De ellos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas pasiones. 7Estas siempre están aprendiendo, pero nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. 8Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también estos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. 9Pero no irán más adelante, porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquellos.
 
 

10Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, entereza, amor, paciencia, 11persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, pero de todas me ha librado el Señor. 12Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13pero los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.
 
 

14Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido 15y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

2 de Pedro , carta del Apostol Pedro.
 
 
 
 

El día del Señor vendrá

3
 
 

1Amados, esta es la segunda carta que os escribo. En ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, 2para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador, dado por vuestros apóstoles.
 
 

3Sabed ante todo que en los últimos días vendrán burladores, andando según sus propias pasiones 4y diciendo: «¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación». 5Estos ignoran voluntariamente que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, 6por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua.
 
 

7Pero los cielos y la tierra que existen ahora están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.
 
 

8Pero, amados, no ignoréis que, para el Señor, un día es como mil años y mil años como un día. 9El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche. Entonces los cielos pasarán con gran estruendo, los elementos ardiendo serán deshechos y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.,

11Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 13Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
 
 

14Por eso, amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprochables, en paz. 15Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito 16en casi todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen (como también las otras Escrituras) para su propia perdición.
 
 

17Así que vosotros, amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos caigáis de vuestra firmeza. 18Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

El apocalipsis el ultimo libro de La Biblia gira todo sobre los ultimos tiempos, la venida de Jesús, los acotecimientos politicos previos que habra, los desastres, etc, por tanto aconsejamos su lectura entera. solo ponemos unos cuantos parrafos del mismo.
 
 
 
 

La revelación de Jesucristo

1
 
 

1La revelación de Jesucristo, que Dios le dio para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. La declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, 2el cual ha dado testimonio de la palabra de Dios, del testimonio de Jesucristo y de todas las cosas que ha visto. 3Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca.
 
 

Salutaciones a las siete iglesias

4Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros de parte del que es y que era y que ha de venir, de los siete espíritus que están delante de su trono, 5y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama, nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre 6y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre, a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

7 He aquí que viene con las nubes:

Todo ojo lo verá, y los que lo traspasaron;

y todos los linajes de la tierra se lamentarán por causa de él.

Sí, amén.

8«Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin», dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

pasaje final del Apocalipsis. mi consejo es que lo leáis entero ya que narra por orden todo el proceso, resumiendo podemos decir que Jesús vendrá y recogerá su iglesia y resucitaran todos los creyentes, restaura el reino de Israel y durante 1000 años el diablo será encerrado para que no tiente a la gente, al final será suelto y la gente será tentada, y a pesar de mil años de paz, la gente vendrá contra Cristo, entonces vendrá el final,  será el gran juicio final, los muertos no creyentes resucitaran y se jurgara a todos por lo que haya escrito en el libro de cada uno, quien no este en el libro de la vida será echado al lago de fuego y azufre donde esta el diablo, el falso profeta el anticristo ,-. etc. finalmente Dios hará nuevos cielos y nueva tierra, y ya no habrá mas muerte, Sobre la tierra nueva se establecerá una gran ciudad cuyo tamaño cubriría toda España, y asi termina el apocalipsis, hemos colocado el ultimo párrafo del Apocalipsis.

Los textos que hemos utilizado a sido para ilustrar todo lo referente al fin de los tiempos,  existe varias señales, una de ellas es que el evangelio será predicado en todo el mundo, cosa que a todo el mundo hoy a llegado,  la otra el retorno de los judíos a su tierra, y la otra señal es la apotasia, cada vez la gente reniega mas y mas del cristianismo, .
 
 

La venida de Cristo está cerca

6Me dijo: «Estas palabras son fieles y verdaderas. El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.
 
 

7»¡Vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro».
 
 

8Yo, Juan, soy el que oyó y vio estas cosas. Después que las hube oído y visto, me postré a los pies del ángel que me mostraba estas cosas, para adorarlo. 9Pero él me dijo: «¡Mira, no lo hagas!, pues yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de este libro. ¡Adora a Dios!».
 
 

10Y me dijo: «No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. 11El que es injusto, sea injusto todavía; el que es impuro, sea impuro todavía; el que es justo, practique la justicia todavía, y el que es santo, santifíquese más todavía.
 
 

12»¡Vengo pronto!, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. 13Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
 
 

14»Bienaventurados los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas en la ciudad. 15Pero los perros estarán afuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo aquel que ama y practica la mentira.
 
 

16»Yo, Jesús, he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana». 17El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!». El que oye, diga: «¡Ven!». Y el que tiene sed, venga. El que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.
 
 

18Yo advierto a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19Y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
 
 

20El que da testimonio de estas cosas dice: «Ciertamente vengo en breve».

¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
 
 

21La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.  

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