Fernando Sabater,
filósofo, profesor
y escritor vasco, a quien acompañan unos guardaespaldas porque
está
amenazado de muerte, habla de la muerte:
"Tengo mucho miedo a la muerte, el hecho de que vamos a morir, pero las amenazas no añaden nada a esto. La amenaza básica ya está trazada, no existe protección posible contra ella. No es la incidencia cotidiana, esto de si hay un señor en la esquina, que me espera. Esto no me preocupa. Me preocupa la idea de que soy mortal. Esta sí que es una mala noticia".En palabras de Sophie Scholl, que fue ejecutada por los nazis en el año 1943: "¿Cómo puedo saber si viviré mañana por la mañana?Estas palabras nos habrían de afectar y no permanecer indiferentes a la realidad de que en un momento u otro hemos de hacer frente a la existencia en el más allá y de que tendremos que dar cuentas a nuestro Creador de todos nuestros actos. Realidad inevitable "está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio" (Hebreos 9:27).Ante la realidad inevitable de la muerte, sería muy conveniente tener en cuenta el consejo que nos da el apóstol Pedro de cómo hemos de emplear el tiempo en tanto esperamos el deceso inevitable: "Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios y velad en oración. Y ante todo, tened entre |
Es preciso tener bien presente la brevedad de nuestra existencia terrenal y la realidad de la existencia eterna después de la muerte vosotros ferviente amor [...]. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios [...]. Porque es tiempo que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen el evangelio de Dios? Y si el justo con dificultad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador? De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien" (I Pedro 4:17-19).Esperanza práctica El escritor sagrado nos viene a decir que, para sacar el máximo partido de cada jornada, es preciso tener bien presente la brevedad de nuestra existencia terrenal y la realidad de la existencia eterna después de la muerte. Esperanza práctica la que pretende inculcarnos el Apóstol. Tenerla siempre bien presente nos evitará muchas amarguras innecesarias. |
para saber más